Empiezo pidiendo disculpas porque
llevo varias semanas fuera de juego y aunque me está costando coger el ritmo
del partido, aquí estoy, siendo una ingenua. Sí, yo también he picado con el
experimento de Jordi Évole.
Ayer
domingo reconozco que buscaba algo que ver que no fuera a Risto y un documental
más del 23F
y por eso estaba zapeando. Como no había nada me paré un instante en La Sexta , y me quedé. ¿Cómo no
quedarse si en lugar de contarte la historia de siempre estaban diciendo que
era todo una película orquestada por el Rey, los políticos y compañía? Todo un
engaño a la ciudadanía que duraba 30 años, eso sí, por un buen fin, fortalecer
la democracia. No paraban de llegar preguntas a mi cabeza, cómo era posible
haberlo ocultado tantos años, cómo Felipe González, el Rey y demás podían
haberlo hecho. Una mentira, pensaba yo, dura poco y menos cuantos más testigos
tenga, y aquí había demasiados. Poner a todos de acuerdo y que nadie metiese la
pata sin querer o queriendo me parecía imposible, pero ¡vete tú a saber! Puede
que los políticos de antes fueran mejores que los de ahora. Nada me cuadraba y
me parecía imposible que fuera real, pero digo que fui una ingenua y me lo
tragué porque me creí a los periodistas. No me planteaba que Évole estuviese
experimentando con nosotros o que alguien como Gabilondo, para mi el “Rey de la
información” nos estuviese mintiendo. Eso no entraba en mi cabeza, cometí el
error de fiarme ciegamente de ellos. Y digo cometí, porque puede que a partir
de ahora me cuestione cada noticia, cada información que me den. Antes no veía
los telediarios de La 1 porque no tienen fama precisamente de sinceros, pero
después de lo de ayer, puede que ninguno la tenga.
Espero
sinceramente que Évole saque muchas conclusiones de su experimento, yo he
sacado las mías: no me gusta que me mientan (esta ya la conocía), ni que me
manipulen (también la conocía), me gusta los periodistas que hacen su trabajo y
no los que juegan a otras cosas usando el periodismo. Y sí, estoy enfadada y es
posible que no tenga sentido del humor (aunque en eso discrepo), simplemente no
tengo que mismo sentido del humor que Évole y quienes lo defienden. Manipular una
información es fácil, pero eso ya lo sabíamos, no les vale como argumento. Más
bien, creo que ha resultado ser un bombazo de audiencia, y era lo que buscaban.
No
me ha gustado, y no porque nos hayan manipulado o al menos intentado, sino
porque creo que mucha gente en España lo pasó fatal el 23F para que hayan utilizado
este tema de este modo. Reconozco que aunque el documental esté muy bien hecho
puede que ayudase que en este país nos lo creemos ya todo visto lo visto en
nuestra clase política y en la Monarquía. Ya
les vale a los periodistas, den la talla, por favor. Experimenten con otros
temas.
Y
sí, quien le haya visto la gracia, enhorabuena, es afortunado y se acostó el
domingo con una sonrisa. Yo puede que se la encuentre dentro de un tiempo,
entonces nos reiremos juntos. Para entonces buscaré ideas para cambiar las
noticias. Qué tal que mañana nos despertemos todos y Rajoy no sea nuestro
presidente porque todos estos años de crisis y de su gobierno hayan sido un
sueño, como el de Resines en los Serrano, o mas bien una pesadilla. Los datos
del paro, serán los datos de empleo al revés, y estamos todos colocados, y los
políticos corruptos no existen ni tenemos una Infanta ignorante, y vivimos en
un mundo happy, happy. ¿Por qué no habrá Évole intentado colarnos algo así?
Ingenua de mí.
Sonríe,
que sonreír es sano y gratis. Feliz semana, disfrútala, en serio.