Está siendo una buena semana, al menos de
momento, y espero que siga así, eso o es que me toca ver el vaso medio lleno,
prácticamente a rebosar. Puede incluso que ayude que estoy viendo el sol cada
mañana, sin embargo no ha habido un solo día desde el lunes, y estamos a
miércoles que no hayan intentado quedarse conmigo y/o vacilado todo hijo de
vecino. Debo tener cara gilipollas o algo parecido, sobre todo para los que ni
me ven la cara. Sobre todo esos, los que, a través de Internet, ya sea Twitter,
vía mail, o similares que intentan jugar con servidora. Reconozco que puede ser
divertido a veces, otras no tanto.
Pero lo de hoy ha sido de un nivel
superior. Me han llamado idiota disimuladamente, tras varias parrafadas de
halagos y bonitas palabras. Me explico, sería algo así como cuando revenden una
entrada para un concierto o partido de fútbol pero la entrada es un regalo si
compras un bolígrafo Bic carísimo. Algo parecido. No es lo mismo, pero algo
así. Yo pago un dinero por algo valiosísimo, pero no estoy pagando, sino que es
un regalo para otros, supongo que para ellos que han creado el sistema.
(Ciertamente no es una estafa, es algo legal, lo aclaro, pero no deja de ser
vergonzoso y un intento de aprovecharse de la gente. En mi mano está aceptar o
no, y eso es decisión mía). Por supuesto, tengo que dar las gracias y sentirme
feliz. Que conste que me siento feliz, mucho. Y las gracias las he dado, soy
agradecida, pero el bolígrafo Bic, me lo compro en la librería de debajo casa y
que me regale el librero una sonrisa de buenos días.