Me gustan demasiado estas
fechas como para perder la sonrisa con el post anterior, me niego. No me callo,
pero me niego a llenarme de indignación y a no disfrutar de la Navidad. Ya no soy una
niña, pero sí que me he levantado con su misma ilusión la mañana de Navidad
para ver si Papa Noel me había premiado por portarme bien. Tengo espíritu
navideño, creo. ¿Lo tengo? Veamos…
Nochebuena, Navidad, los Santos
Inocentes (pobrecitos) y se acerca el 31 de diciembre. Andamos a carreras de un
lado para otro (menos mal porque así bajamos todo lo que hemos comido de más,
al menos, lo creemos, y así ya no nos sentimos tan mal), buscando el vestido
perfecto para Nochevieja, que además tiene que estar bien de precio, porque ya
vamos justos y aun faltan los Reyes. Pensabas llevar el mismo vestido de hace
tres años pero ya no puede ser porque ha pasado de moda, y es imposible ir así a
la fiesta de la pija de… a la fiesta
que tu novio se ha comprometido a ir, dando por hecho que tu estarías encantada.
¿Por qué mi novio ha aceptado pasar la Nochevieja con su mejor amigo y su novia, “doña
perfecta”, con unas piernas de infarto, un culo en su sitio, y una cinturilla
de avispa? Tiene que haberse quitado las flotantes, pensaste cuando coincidiste
con ella en el spa hace unos meses, y te pasaste todo el circuito sonriéndole a
pesar de que te estabas estresando en lugar de relajarte mientras ella te
contaba como estaba amueblando su nuevo loft. ¿Desde cuándo se paga en un spa por
cargarte de tensión las cervicales? Desde que tu novio te deja para irse a la
cafetería del dichoso spa con su amigo porque tú estás en la inmejorable compañía
de la novia de su amigo. No puedes empezar así el año nuevo, no, y tampoco
puedes negarte a ir porque tu novio está encantado de poder celebrar la Nochevieja totalmente
gratis (verdadero motivo por el que aceptó la invitación). ¿Qué haces? Pues…
cambias de novio (no, es demasiado mono y te prepara el desayuno), cambia tu
novio de mejor amigo (imposible, se conocen desde la guardería, antes te dejaría
a ti), o… el mejor amigo de tu novio, es
un buen mejor amigo y cambia de novia. Eso es, esa es la solución. Buscarle a
su mejor amigo una nueva novia, con un loft fantástico, que ofrezca una fiesta
estupenda para recibir el 2014 y con la que congenies desde el primer minuto.
Felices fiestas, feliz año
nuevo y sobre todo, sonríe, que sonreír no cuesta dinero y es muy sano. Disfruta
de la vida.