martes, 17 de noviembre de 2015

Tú, y yo sin ti

Me desperté pronto, aunque me negué a abrir los ojos para ver si volvía a dormirme, pero no. Mi mente no me dejaba, ella insistía en pensar en ti.
No te conocía en realidad, ahora lo sé, sabía de ti lo que me contabas y dejabas ver, pero la realidad no, ésa era otra. Aun no entiendo por qué lo hacías, si porque estás acostumbrado a pasar de puntillas por la realidad o porque tu vida no te gusta y te inventas otra. Una vida paralela en la que querías que entrase a formar parte de ella, de ese paralelismo que parecía verdad y era todo mentira. Tú, que tan perfecto parecías y estabas lleno de imperfecciones. No, no me creas ingenua, no lo soy, sé que la perfección no existe, pero también sé que algunas personas pueden rozarla, esas personas que encajan unas con otras resultan ser perfectas entre ellas y para ellas. Pero no eras tú, tú no eres perfecto y aún así me pienso si te quiero en mi vida.
Sé que tú no me quieres en la tuya, solo en tu vida paralela, ésa en la que no está tu familia, que seguirá existiendo siempre aunque digas que no y de la que yo me niego a separarte. Tú y tu vida, la real y la quieres que sea real y solo es imaginación.

Tú y solo tú, sin un nosotros. Yo y solo yo, sin ti.

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